Escuela Bella vista
Español: Lengua y Literatura
Grado 11
Mr. Borges
Nombre del estudiante: ___________________________________ Fecha: _____________
EXAMEN
“HISTORIA DE UNA ESCALERA”
Realiza un comentario general de al menos 4 párrafos sobre “Historia de una escalera”, a partir de la lectura de estos 3 fragmentos de la obra. Explica el contenido de la obra y los principales aspectos formales. Coloca citas extraídas de los 3 fragmentos.
FRAGMENTO 1
(Un tramo de escalera con dos rellanos, en una casa modesta de vecindad. Los escalones de bajada hacia los pisos inferiores se encuentran en el primer término izquierdo. La barandilla que los bordea es muy pobre, con el pasamanos de hierro, y tuerce para correr a lo largo de la escena limitando el primer rellano. Cerca del lateral derecho arranca un tramo completo de unos diez escalones. La barandilla lo separa a su izquierda del hueco de la escalera y a su derecha hay una pared que rompe en ángulo junto al primer peldaño, formando en el primer término derecho un entrante con una sucia ventana lateral. Al final del tramo la barandilla vuelve de nuevo y termina en el lateral izquierdo, limitando el segundo rellano. En el borde de éste, una polvorienta bombilla enrejada pende hacia el hueco de la escalera. En el segundo rellano hay dos puertas: dos laterales y dos centrales. Las distinguiremos, de derecha a izquierda, con los números I, II, III y IV).
(El espectador asiste, en este acto y en el siguiente, a la galvanización momentánea de tiempos que han pasado. Los vestidos tienen un vago aire retrospectivo).
COBRADOR. La luz. Dos pesetas. (Le tiende el recibo. La puerta III se abre y aparece PACA, mujer de unos cincuenta años, gorda y de ademanes desenvueltos.
El COBRADOR (repite, tendiendole el recibo.) La luz. Cuatro diez.
GENEROSA. (Mirando el recibo.) Dios mío cada vez más caro no sé cómo vamos a poder vivir. (Se mete.)
PACA: !Ya, ya! (Al cobrador) ¿Es que no saben hacer otra cosa que elevar la tarifa? !Menuda ladronera es la compañía!. !Les debía dar vergüenza, chuparnos la sangre de esa manera!
FRAGMENTO 2
Fernando: No me interesan esas cosas.
Urbano: Porque eres tonto. No sé de qué te sirve tanta lectura.
Fernando: ¿Me quieres decir lo que sacáis en limpio de esos líos?
Urbano: Fernando, eres un desgraciado. Y lo peor es que no lo sabes. Los pobres diablos como nosotros nunca lograremos mejorar de vida sin la ayuda mutua. Y eso es el sindicato. ¡Solidaridad! Esa es nuestra palabra. Y sería la tuya si te dieses cuenta de que no eres más que un triste hortera. ¡Pero como te crees un marqués!
Fernando: No me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda esta sordidez en que vivimos.
Urbano: Y a los demás que los parta un rayo.
Fernando: ¿Qué tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y vosotros os metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para subir solos. Pero ese no es camino para mí. Yo sé que puedo subir y subiré solo.
Urbano: ¿Se puede uno reír?
Fernando: Haz lo que te de la gana.
FRAGMENTO 3
Fernando, hijo: ¡Sí puede ser! No te dejes vencer por su sordidez. ¿Qué puede haber en común entre ellos y nosotros? ¡Nada! Ellos son viejos y torpes. No comprenden... Yo lucharé para vencer. Lucharé por ti y por mí. Pero tienes que ayudarme, Carmina. Tienes que confiar en mí y en nuestro cariño.
Carmina, hija: ¡No podré!
Fernando, hijo: Podrás. Podrás... porque yo te lo pido. Tenemos que ser más fuertes que nuestros padres. Ellos se han dejado vencer por la vida. Han pasado treinta años subiendo y bajando esta escalera... Haciéndose cada día más mezquinos y más vulgares. Pero nosotros no nos dejaremos vencer por este ambiente. ¡No! Porque nos marcharemos de aquí. Nos apoyaremos el uno en el otro. Me ayudarás a subir, a dejar para siempre esta casa miserable, estas broncas constantes, estas estrecheces. Me ayudarás, ¿verdad? Dime que sí, por favor. ¡Dímelo!
Carmina, hija: ¡Te necesito, Fernando! ¡No me dejes!
Fernando, hijo: ¡Pequeña! (Quedan un momento abrazados. Después, él la lleva al primer escalón y la sienta junto a la pared, sentándose a su lado. Se cogen las manos y se miran arrobados) Carmina, voy a empezar enseguida a trabajar por ti. ¡Tengo muchos proyectos! Saldré de aquí. Dejaré a mis padres. No los quiero. Y te salvaré a ti. Vendrás conmigo. Abandonaremos este nido de rencores y de brutalidad.
Carmina, hija: ¡Fernando!
Fernando, hijo: Sí, Carmina. Aquí sólo hay brutalidad e incomprensión para nosotros. Escúchame. Si tu cariño no me falta, emprenderé muchas cosas. Primero me haré aparejador. ¡No es difícil! En unos años me haré un buen aparejador. Ganaré mucho dinero y me solicitarán todas las empresas constructoras. Para entonces ya estaremos casados... Tendremos nuestro hogar, alegre y limpio..., lejos de aquí. Pero no dejaré de estudiar por eso. ¡No, no, Carmina! Entonces me haré ingeniero. Seré el mejor ingeniero del país y tú serás mi adorada mujercita...
Carmina, hija: ¡Fernando! ¡Qué felicidad!... ¡Qué felicidad!
Fernando, hijo: ¡Carmina!
(Se contemplan extasiados, próximos a besarse. Los padres se miran y vuelven a observarlos. Se miran de nuevo, largamente. Sus miradas, cargadas de una infinita melancolía, se cruzan sobre el hueco de la escalera sin rozar el grupo ilusionado de los hijos.)
ESQUEMA DE ANÁLISIS PARA TEXTOS LITERARIOS
TEATRO
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